jueves, 1 de marzo de 2012

Wrong Way


¿Vale todo para ganar? En un partido progresista, de izquierdas, humanista... ¿ganar ha de ser el objetivo primordial? Quizás cuando llegues al final de este escrito no hayas obtenido una respuesta clara y tajante. No pretendo dártela. Me conformaría con hacerte pensar y remover tu conciencia. Cosa, si cabe, mucho más difícil.

En el mundo del fútbol suelen decir algunos que el mejor es el que gana. Yo te diré que le falta otro adjetivo: competidor. Esa es la clave, el mejor competidor gana. Sin embargo podemos convenir que si lo que buscamos es el que mejor juego tiene, eso no lo podemos juzgar en un solo partido. Pues un partido político se ha de plantear las elecciones de la misma forma si no quiere que le pase lo de ganar unas y perder todas las demás, o lo que es lo mismo, perder el apoyo de la ciudadanía, de sus bases.

Pero la primera cuestión no se plantea en ese sentido. La primera cuestión se podría asimilar a las trampas, a lo inmoral, al engaño o a la acción no ética. El caso se da hoy día, por lo menos, en los dos grandes partidos políticos. Y quizás te lo pueda explicar mejor con un ejemplo. 

Hablo del caso de las juventudes socialistas por que lo conozco de primera mano. Es un caso que sin duda se ha dado, se da y se seguirá dando en las campañas electorales, con las especialidades que cada contexto requiera. En este caso se recurre a Twitter. En concreto al uso de cuentas que en apariencia pertenecen personas privadas pero que lanzan mensajes institucionalizados. Tiene la ventaja de que los receptores no los prejuzgan y pueden llegar a asumirlos. Quizás esto no sea trampa. Pero ese es el menor de sus inconvenientes, ya que sin duda, es algo inmoral, se trata de un engaño y es poco o nada ético.

No es moral por que el espíritu de un partido político es constituirse en una institución que represente a ciudadanos que comparten unas mismas ideas. Por tanto, y sabiendo que en el juego de la democracia debe primar la libertad, es inmoral por que esa libertad se vulnera en el engaño. Y ahí entramos en su segunda cualidad negativa. Es un engaño, una mentira en su variante de manipulación (del latín manipulus*). Y además es inmoral por que es poco o nada ético. La ética es ciertamente complicada pero te puedo decir que en este caso es lógico pensar que un mensaje de un partido político mandado a la ciudadanía disfrazándose para engañarla no es algo, en absoluto, bueno.

Tras esta somera y simple reflexión vamos a llegar al fundamento último de por qué no todo vale en unas elecciones. Sobre todo desde el ámbito del progresismo y del humanismo. No vale todo por que ganar una elecciones no es el fin, o no lo debería ser, de un partido político de estas características. El objetivo primordial de un partido que quiera representar a una parte de la ciudadanía es ese precisamente, representarlo. Y te aseguro que alguien puede estar representando sin tener el mando.

Me baso para decirte todo esto en una democracia que debe estar cuanto menos operativa. Este pensamiento no se puede aplicar en otros casos, ni siquiera en democracias meramente formales. Si una democracia funciona bien, el representante de nuestras ideas, preocupaciones, anhelos... no tiene por qué estar al mando para representarnos.

Mas para que esto sea posible hoy día en nuestra comunidad necesitamos dos ingredientes fundamentales. Una democracia representativa y participativa que haga las veces de mente pensante donde todos los órganos del cuerpo estén presentes. Y, unos partidos políticos que sepan cual es su lugar.

Como conclusión apuntar dos ideas. Para que ello ocurra los partidos han de cambiar su rumbo, han de ser, bajo mi punto de vista, instituciones que a partir de unas ideas elijan a los mejores candidatos a su alcance para gestionar la “res publicae” y a la vez ser un órgano fiscalizador de su actividad mediante la exigencia de responsabilidades. Dos, es necesaria nuestra participación para mejorar la democracia, desde nuestra participación activa en los partidos, como nuestra participación cívica en la política.

Por eso animo a todo el mundo a que participe, por que somos individualmente como neuronas de un cerebro en el que cuanta más participación (a modo de conexiones) haya, mejor razonamiento establecerá y mejor preparado estará para hacer que la sociedad desarrolle su camino vital y resuelva sus problemas de una manera eficaz que nos ayude a avanzar, que te ayude a avanzar.







*El concepto originario de manipulus es el de un “puñado” de hombres que un mando puede manejar con facilidad, y en la época clásica designaba a una compañía de soldados que era la trigésima parte de una legión. (http://etimologias.dechile.net/?manipular).

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