¿Vale todo para ganar? En un partido progresista, de
izquierdas, humanista... ¿ganar ha de ser el objetivo primordial?
Quizás cuando llegues al final de este escrito no hayas obtenido una
respuesta clara y tajante. No pretendo dártela. Me conformaría con
hacerte pensar y remover tu conciencia. Cosa, si cabe, mucho más
difícil.
En el mundo del fútbol suelen decir algunos que el
mejor es el que gana. Yo te diré que le falta otro adjetivo:
competidor. Esa es la clave, el mejor competidor gana. Sin embargo
podemos convenir que si lo que buscamos es el que mejor juego tiene,
eso no lo podemos juzgar en un solo partido. Pues un partido político se ha de
plantear las elecciones de la misma forma si no quiere que le pase lo de ganar unas y perder todas las demás, o lo que es lo mismo, perder el apoyo de la
ciudadanía, de sus bases.
Pero la primera cuestión no se plantea en ese sentido. La primera cuestión se podría asimilar a las trampas, a lo inmoral, al engaño o a la
acción no ética. El caso se da hoy día, por lo menos, en los dos
grandes partidos políticos. Y quizás te lo pueda explicar mejor con un
ejemplo.
Hablo del caso de las juventudes socialistas por que lo
conozco de primera mano. Es un caso que sin duda se ha dado, se da y se seguirá
dando en las campañas electorales, con las especialidades que cada
contexto requiera. En este caso se recurre a Twitter. En concreto al
uso de cuentas que en apariencia pertenecen personas privadas pero
que lanzan mensajes institucionalizados. Tiene la ventaja de que los
receptores no los prejuzgan y pueden llegar a asumirlos. Quizás esto no sea trampa. Pero ese es el menor de sus
inconvenientes, ya que sin duda, es algo inmoral, se trata de un
engaño y es poco o nada ético.
No es moral por que el espíritu de
un partido político es constituirse en una institución que
represente a ciudadanos que comparten unas mismas ideas. Por
tanto, y sabiendo que en el juego de la democracia debe primar la libertad, es inmoral por que esa libertad se vulnera en el engaño. Y ahí entramos en su segunda cualidad
negativa. Es un engaño, una mentira en su variante de manipulación
(del latín manipulus*). Y además es inmoral por que es poco o nada
ético. La ética es ciertamente complicada pero te puedo decir que
en este caso es lógico pensar que un mensaje de un partido político
mandado a la ciudadanía disfrazándose para engañarla no es algo, en absoluto,
bueno.
Tras esta somera y simple reflexión vamos a llegar al
fundamento último de por qué no todo vale en unas elecciones. Sobre
todo desde el ámbito del progresismo y del humanismo. No vale todo
por que ganar una elecciones no es el fin, o no lo debería ser, de
un partido político de estas características. El objetivo
primordial de un partido que quiera representar a una parte de la
ciudadanía es ese precisamente, representarlo. Y te aseguro que
alguien puede estar representando sin tener el mando.
Me baso para decirte todo esto en una democracia que
debe estar cuanto menos operativa. Este pensamiento no se puede
aplicar en otros casos, ni siquiera en democracias meramente
formales. Si una democracia funciona bien, el representante de
nuestras ideas, preocupaciones, anhelos... no tiene por qué estar al
mando para representarnos.
Mas para que esto sea posible hoy día en nuestra
comunidad necesitamos dos ingredientes fundamentales. Una democracia
representativa y participativa que haga las veces de mente pensante
donde todos los órganos del cuerpo estén presentes. Y, unos
partidos políticos que sepan cual es su lugar.
Como conclusión apuntar dos ideas. Para que ello ocurra
los partidos han de cambiar su rumbo, han de ser, bajo mi punto de
vista, instituciones que a partir de unas ideas elijan a los mejores
candidatos a su alcance para gestionar la “res publicae” y a la
vez ser un órgano fiscalizador de su actividad mediante la exigencia
de responsabilidades. Dos, es necesaria nuestra participación para
mejorar la democracia, desde nuestra participación activa en los
partidos, como nuestra participación cívica en la
política.
Por eso animo a todo el mundo a que participe, por que
somos individualmente como neuronas de un cerebro en el que cuanta
más participación (a modo de conexiones) haya, mejor razonamiento
establecerá y mejor preparado estará para hacer que la sociedad
desarrolle su camino vital y resuelva sus problemas de una manera
eficaz que nos ayude a avanzar, que te ayude a avanzar.
*El
concepto originario de manipulus es el de un “puñado” de hombres
que un mando puede manejar con facilidad, y en la época clásica
designaba a una compañía de soldados que era la trigésima parte de
una legión. (http://etimologias.dechile.net/?manipular).
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