Estos días, analizando la reforma laboral observamos
con pavor que como tengas mala suerte y cojas una enfermedad que te
mantenga de baja unos veinte días, cosa que puede ocurrir si te caes
y te rompes una pierna por ejemplo, el empresario no tendrá muchos
problemas para despedirte por muy poco, casi despido libre.
Bueno pues sin olvidar esto, recordemos también que
Rajoy, al frente del PP, en la campaña electoral prometió
austeridad. Bueno prometió muchas más cosas que va incumpliendo
sistemáticamente. Esa austeridad es el lema del PP. También de sus
Alcaldes. Una de las manifestaciones de esa austeridad, como notarán
los trabajadores, es que, además de por la casualidad del calendario, hizo hincapié en reducir los puentes.
Pues bien, parece que hay un desertor. ¿Os acordáis de
mi amigo el Alcalde? ¿El qué ha sido protagonista de dos de mis
artículos ya? Sí, ese imaginario Alcalde. Imaginaos, que fuera del
PP, imaginaos también que en el pueblo en el que gobierna los plenos
son tradicionalmente el último lunes de cada mes.
¿Qué os parecería ahora, sabiendo que solo hay 11
Plenos al año, que para cogerse el puente de Andalucía, declarase
que este lunes no hubiera Pleno en su ciudad? Yo diría que es un
descaro. Además hay que sumarle el dato de que muchos concejales
solo laboran ese día, por lo que se podría llegar a decir que viven
como reyes.
Pero lo peor es que continúa esa hipocresía que parece
un elemento fundamental del partido conservador. Lo único que
demuestran es que les gusta el poder, les gusta sentir la sumisión
de los demás. Lo que menos les importa es que hacer con él, salvo
cuando se trata de beneficiarse. ¿Tanto ha cambiado el PP para que
nos creamos que es capaz de gobernar para y por el pueblo? ¿Es que
acaso ha expulsado a sus corruptos? ¿Se ha alejado de los postulados
internos más radicales? Y sobre todo ¿Es Arenas diferente al
incompetente que lleva tantas elecciones perdidas que no sabe ni
cuantas van?
Todo esto me produce un poco de lástima, por que para
una persona de izquierdas es difícil admitir que pueda gobernar un
partido de derechas, pero lo es más cuando se da la situación
actual que nos demuestra que la culpa de que gobiernen, aunque en
parte la tiene la crisis, en gran parte la tiene la ineficacia de un
partido socialista andaluz que no ha sabido adaptarse a la nueva
realidad y se ha visto superado. Sumado todo a que gracias a su
cómoda posición mantenida durante muchos años ha provocado la
aparición de elementos extraños y corruptos que se esconden detrás
de unas siglas pero que no son más que parásitos que le chupan la
sangre el sistema, gobierne quien gobierne.
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