Déficit energético

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La energía es esa fuerza invisible que nos permite movernos, avanzar y conseguir alcanzar todas aquellas metas que nos propusimos, escapar de algún daño o simplemente ejecutar el comando “libertad”.

Pero hoy, aquí, sufrimos un gran déficit energético. Y no me refiero solamente a que en España dependamos de terceros para abastecernos, o que nuestra energía todavía no sea limpia, o tan siquiera que nos vuelvan a subir el precio convirtiéndonos así en el país continental más caro. Nuestro déficit va más allá. No tenemos energía en general. Desde intentar llenar el depósito del coche hasta aguantar un día en la cola del INEM.

Parece que la chispa de la vida no enciende ya el pistón de nuestro cuerpo. Hay días que el pesimismo te invade de tal manera que solamente quieres dormir, no morir. Se fue la alegría de la vida y nos conquisto el miedo estructural.

Y en ese miedo hay muchos que están cargando sus pilas de una forma injusta. Hoy nos conformaríamos con el mínimo que se debería dar en cualquier sociedad: igualdad y justicia.

Cuando estábamos en el colegio, a los de mi generación nos decía que nos teníamos que sentir afortunados por haber nacido donde lo hemos hecho. Hoy parecen existir dudas.

Por eso es tan importante buscar una migaja de optimismo manque sea. Aunque la crisis se esté cebando con nosotros no podemos dejarnos vencer, tenemos que luchar. Luchar teniendo en cuenta el futuro para no cometer los mismos errores que en el pasado nos han traído aquí.

El presente es nuestro, todos juntos podemos hacer que la sociedad madure. Así que recordad: tened siempre presente una motivación digna. Y no olvidéis, el presente es nuestro. Y yo vendo el mío al mejor postor: que me he cansado ya demasiado y voy a ver si recargo mis pilas en otro lugar.