No me gustan los problemas, prefiero soluciones

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El otro día, en clase de Instituciones Públicas surgió un debate interesante que terminó derivando en la exposición de argumentos contrarios a la situación actual de la política española. El mismo me hizo reflexionar sobre una cuestión: ¿qué podemos hacer?

Yo siempre lo he tenido más o menos claro. Hoy día podemos acordar que no pueden regirse las sociedades modernas por un sistema más acorde para con ellas que la democracia. Sin embargo para regirse por la democracia siempre será mejor hacerlo por la mejor que seamos capaces de instaurar.

Una de las virtudes de la democracia es que nos permite participar a todos y que sin violencia podemos modificarla a nuestro antojo. Aunque esto no es del todo cierto puesto que si no es una democracia perfecta, cosa que no existe actualmente, es harto difícil que la ciudadanía pueda influir salvo …

Salvo si participa. La participación es una cuestión fundamental en cualquier democracia sana y madura. Para mí hay dos vías que son más efectivas, a día de hoy, para efectuar esa participación.

Por un lado tenemos la que podríamos denominar participación civil. Esta se fundamental en el ejercicio de una serie de acciones, la mayoría en conjunto o asociación, que podemos llevar a cabo todos y cada uno de nosotros. En cuanto a las individuales hay que decir que suelen ser poco efectivas, salvo que se tenga un poder de influencia o una posición influyente. Bajo mi punto de vista esta debería centrarse en provocar en los demás la reflexión, pero sin manipular el pensamiento del otro. Esta labor la llevan a cabo, con más o menos acierto, profesionales de la educación y de la divulgación, así como también algunos periodistas.

Speakers' Corner, urban75.org

Para los que no gocen de esas cualidades o posición lo más recomendable sería la asociación. En EEUU lo llevan a su máxima expresión bajo la creación de lobbys o grupos de influencia que intervienen en los procesos de toma de decisiones. En España también se están introduciendo esas formas de acción.

Pero más tradicional es crear una asociación que tenga como objetivo la defensa, promoción o desarrollo de algún sector, actividad o preocupación social. En España se han integrado con más o menos efectividad, sobre todo en las administraciones más cercanas al ciudadano como pueden ser los gobiernos locales. Pero se necesita una profundización en su regulación, tanto en el proceso de formación y creación como en el acceso a la participación directa en la toma de decisiones. La cuestión es no desvirtuar su función, bien mediante la adulteración de su composición como la desigualdad en su consideración.

Paideia jurídica, http://istoriusofia.blogspot.com.es

Por otro lado encontramos lo que sería una participación más directa, que es mi favorita y que al igual que la anterior se consagra en nuestra constitución como un derecho fundamental. Se trata de involucrar a la sociedad en los partidos políticos. Los partidos, actualmente son la herramienta que nos permite participar de una forma más determinante. Para que sea efectiva es necesario que el partido en cuestión se dote de una estructura democrática, lo que podría desvirtuar la existencia propiamente dicha de algunos de ellos, que tuvieran por ejemplo un carácter más autocrático.

Pero sin duda es la forma en que podemos mejorar y modernizar la democracia, así como también controlar de una forma más cercana y efectiva a nuestros representantes. En la actualidad se da la situación de que las personas que intentan romper el anquilosamiento de determinados acaparadores de poder en las cúpulas de ellos suelen señalarse y asfixiarse dentro de su estructura. Pero no por ello podemos rendirnos. Si todos los que se preocupan y pueden aportar algo en el ámbito de la política se introducen en esas anticuadas estructuras tendrán el poder suficiente para hacer de ellos unas herramientas que vuelvan a ser útiles.

Por eso, con este artículo, me gustaría animar a todos aquellos que piensan que hay mucho que cambiar y que no ven un solución plausible e inmediata a que participaran en la política, de cualquiera de las maneras aquí señaladas o de cualquier otra. Ya se sabe que en el mundo siempre han destacado, tarde o temprano, esas mentes brillantes que aportaron algo de originalidad a su entorno, aunque no la disfrutaran ellos mismos.

Gracias por leer, gracias por participar, gracias por aportar algo con tus comentarios y gracias por pensar.