Conclusiones sobre una mesa redonda que era rectangular

Ayer, en la facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba (UCO) se celebró una actividad muy interesante en la asignatura “Instituciones Públicas de Andalucía” a cargo del profesor Ángel B. Gómez Puerto. Consistía en, para conocer mejor el parlamento andaluz y su funcionamiento real, mantener una tertulia/debate con los candidatos al Parlamento por Córdoba. Evidentemente se invitó a los candidatos número 1 de sus listas, pero como era de esperar, los dos grandes mandaron a su número 3 y su número 4. No quiero pensar que se identifique esa actitud con dos pilares básicos en la política como son la educación (superior en este caso) y la participación ciudadana.

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La sesión consistió en un primer turno de exposiciones de los candidatos donde uno aportaron ideas (EQUO), otros pasión (PA), otros pragmatismo (UPyD), otros trabajo (IU), otros nada (PP) y otros nada de nada (PSOE), este último por que llegó demasiado tarde, como casi siempre en los últimos tiempos.

Tras ello se produjo una ronda de preguntas y observaciones por parte del alumnado y demás asistentes. Hubo muchas, algunas más acertadas que otras, pero me centraré en la que yo realicé, a iniciativa de mi compañera Virginia G. G. La misma tuvo un doble sentido, por un lado, conocer la opinión sobre una actuación que quizás tengan que plantearse, la otra, conocer desde una vis sicológica cuál era su verdadera opinión o si venía cerrados en banda a soltar su discurso. Además hay que recordar el contexto de duplicidades en la Administración existente en la actualidad.

La pregunta era la siguiente: “¿de cual administración os desharíais si tuvieseis la oportunidad?” Las posibles respuestas eran: “la local, la provincial, la autonómica, la estatal o la europea”.

Tras de esto se inició una segunda ronda de parlamento de los políticos (yo los considero así) en la que respondían las diferentes preguntas que se les lanzaron. La verdad es que ante tal vorágine y teniendo en cuenta la falta de tiempo comprendo que a algunos se le olvidara responder, no quiero pensar que lo hicieran a posta. A pesar de ello consideraré esta última posibilidad a la hora de valorar la respuesta.

El primer turno fue para EQUO que contundentemente resolvió con la eliminación de las diputaciones provinciales y el establecimiento de poderes de administración en las comarcas. Fue una respuesta que pareció sincera y reflexionada dentro de su organización. En el siguiente turno UPyD respondió optando por la eliminación de las diputaciones sumada a la unificación de algunos ayuntamientos. Esta es una respuesta que revela el carácter profesionalizado de la organización cuyo símbolo es Rosa Díez. Posteriormente, en el turno del candidato andalucísta no hubo respuesta, creo que por su excesivo apasionamiento, aunque por su carácter apostaría que jamás respondería: “la autonómica”. En el caso de IU se volvió a producir el silencio, la verdad creo que fruto de un despiste, también creo que por el carácter de la coalición tampoco respondería: “la autonómica”. Turno para el PP, discurso aprendido, degustando la victoria en las generales y con la sensación de tener cerca la autonomía andaluza tampoco respondió, también creo que no daría como respuesta la autonómica, se quedaría sin ocupación, pero por el discurso y las actuaciones de su partido, creo que eliminar las autonomías no se plantearía descabellado, si pudiesen claro. De hecho hay que recordar que apuestan por la unificación del poder. Último turno, hora de la respuesta socialista, por fin escucharíamos a su candidata, desafortunadamente el tiempo y no sé si la memoria, le impidió responder, pero hay que recordar que su líder supremo, Rubalcaba, en campaña apostó por la eliminación de las diputaciones.

En conclusión podemos resumir la actividad como gratificante. Se demostró que la diversidad es fundamental para el funcionamiento de la democracia, pero que se vuelve un poco negativa y adquiere falsedad si solo se da en un sector ideológico. Nos demostró ayer esta actividad que las campañas electorales deberían de darse en igualdad para todos los candidatos, nos demostró que no es imposible. También nos demostró el desgaste socialista y su falta de ideas, de alternativas, a la vez que la hipocresía del PP (no quiero decir que su candidata fuera hipócrita). Por otro lado nos dió la esperanza de que entre todos podemos tomar las riendas y hacer la Andalucía que queramos, solo hay que esforzarse en intentarlo.