¿Hasta cuándo señor Alcalde? III

Quizás debería plantearme empezar a hacer una sección con esta temática. Sin embargo en esta reflexión no sólo trataré sobre las cosas que este, nuestro Alcalde, debería haber hecho y todavía no ha realizado. Hoy sumamos, y lo hacemos incorporando, por un lado una temática ya tratada en el blog como es la hipocresía, y por otro lado un nuevo personaje al que llamaremos señor Teniente de Alcalde. Además daremos las primeras pinceladas de un futuro artículo sobre populismo y demagogia.

Para ello nos equiparemos con actuaciones recientes que se han producido en nuestra ciudad. Tales son el desembolso económico para realizar un estudio de viabilidad respecto de un parking bajo el Ayuntamiento o actos electorales de dudosa credibilidad.

Empecemos con nuestro nuevo personaje. Él, que quiere ser Alcalde pero que se conforma, como buen Teniente de Alcalde, con usar el sillón de mando cuando el Alcalde va al servicio en los Plenos y presidir las reuniones a las que el Alcalde no puede asistir, prometió en plena campaña electoral la construcción de un aparcamiento subterráneo bajo el Ayuntamiento. Para excusar su necesariedad se necesito introducir en los plenos, mediante mociones, el hecho, de dudosa certeza, de que la actuación del anterior gobierno estaba destruyendo plazas de aparcamiento.

Pero esta actuación no es en sí misma hipócrita hasta que no entra en acción la reiterada negativa en las sesiones plenarias de mejorar servicios públicos o llevar a cabo políticas sociales por falta de fondos. A lo que se suma que a la menor motivación económica recuerdan su suposición de que el anterior gobierno dejó las arcas municipales endeudadas.

Sí, ahora sí es una demostración de hipocresía.

En cuanto a nuestro protagonista, podríamos decir, que en la plasmación de la campaña electoral que su partido le pide que haga ya se ha vuelto a enredar con la hipocresía. No es de recibo que en la campaña de las municipales y en oposición brindaras permanentemente tu capacidad auditiva a los ciudadanos; que tras ganar las elecciones crearas un escudo a través de una norma municipal para coartar esa participación; y, que además, acto seguido, como acto de campaña de las regionales hagas encuentros digitales en medios de comunicación de la provincia para demostrar una cercanía que niegas a tus conciudadanos con problemas. Eso sin hablar de que por tu culpa cambien una reunión para que puedas asistir y después no asistas, dejando con cara de tontos a los representantes del tejido asociativo presentes en la misma.

Y es que este mes va a ser un mes en el que se plante la semilla de futuras hipocresías y se riegue con abundantes dosis de demagogia y populismo.