sábado, 11 de febrero de 2012

Europa, ¿aislada?


Recientemente saltó la noticia sobre la negativa china a pagar una tasa ecológica que se había impuesto recientemente a las compañías aéreas que operaran por Europa. El gobierno asiático conminó a las compañías chinas a que no la pagasen y a la vez se comprometía a entablar acciones legales sobre dicha tasa. Esta misma actuación se llevó a cabo desde otros países como Estados Unidos.

Estas noticias hicieron surgir en mi dos dudas. ¿Un acuerdo de las grandes potencias internacionales podría hacerlas inmunes frente a cualquier obligación? Y ¿Ha perdido Europa ya cualquier posibilidad de ser relevante y referente en el plano internacional?

Sobre la posible libertad de las grandes potencias para hacer lo que quieran uno se puede plantear también paralelismos en otros planos como es el de los mercados. De hecho eso es lo que está pasando en estos momentos con los grandes fondos de inversión que a través de las agencias de calificación están controlando los mercados para beneficiarse a costa incluso de Estados como Grecia o España. Esto provoca que todos los esfuerzos de la sociedad internacional por regular ámbitos como la protección del medio ambiente o la desaparición de situaciones graves de hambruna sean totalmente ineficaces. Pero cual podría ser la posible solución, ¿crear un sistema de ejecución judicial más eficaz? Pero, ¿quién lo llevaría a cabo? Si los poderosos no se quieren autocastigar, ¿como lo puede hacer la sociedad? Creo que son puntos sobre los que reflexionar.

La otra cuestión nos hace plantearnos si quizás Europa este pasando un bache o sea una situación definitiva que hace necesario recurrir a un renacimiento de la sociedad europea. La unión en estos momentos es más débil que nunca. De hecho, con lo gobiernos tecnocráticos se ha alejado tanto de la sociedad que ya no es reconocible para nosotros. Quizás estemos ante una encrucijada en la que nos tengamos que plantear destruir Europa y refundarla sobre unos cimientos completamente nuevos aprendiendo de nuestros errores o aislarnos de nuevo en nuestros Estados. O quizás no lleguemos a esa encrucijada, en cuyo caso no tenemos que olvidarnos de seguir mejorando lo que tenemos.

Para mí la conclusión solo es una, la sociedad en su conjunto es la que tiene que crear los poderes y es la que tiene que controlarlos, es nuestra responsabilidad y tenemos que ocuparnos de ello aunque todo parezca que vaya bien.

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