Cuando uno conoce de cerca un partido de izquierdas que
se autodenomina obrero no espera menos de él que el que sea ético.
Por que la ética es la esencia de una sociedad justa. Justicia es
otra cualidad que esperas encontrar.
Pero resulta que a veces hay determinados elementos que
no son ético ni justos, son los que podríamos denominar corruptos.
Estos entes deben ser expulsados por la matriz de una forma autónoma,
es decir, por ella misma, sin necesidad, en este caso por ejemplo, de
la justicia.
Para ello la mejor medicina es una medicina sitémica. Y
solo se puede obtener mediante unos estatutos que aporten las
vitaminas suficientes al organismo para combatir con ellos y
expulsarlos.
Hoy por hoy creo que ningún partido se dota de
semejante defensa. Yo no soy médico pero sí español, y por tanto
me gusta criticar. En vista de lo cual yo recomendaría una alta
dosis ética, que concretada en este caso se podría traducir en
elegir como representantes de su partido en las instituciones a los
sujetos que ofrezcan más garantías de profesionalidad aplicada al
puesto correspondiente y de ética para aplicar la ideología de su
partido. Aunque habrá que reforzar ese tratamiento con una
asistencia regular a la clínica médica o contratando médicos
internos que bien ubicados dentro del órgano principal pueden
controlar que los sujetos elegidos cumplan eficazmente su función.
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