miércoles, 22 de febrero de 2012

Brevísima reflexión sobre la corrupción.


Cuando uno conoce de cerca un partido de izquierdas que se autodenomina obrero no espera menos de él que el que sea ético. Por que la ética es la esencia de una sociedad justa. Justicia es otra cualidad que esperas encontrar.

Pero resulta que a veces hay determinados elementos que no son ético ni justos, son los que podríamos denominar corruptos. Estos entes deben ser expulsados por la matriz de una forma autónoma, es decir, por ella misma, sin necesidad, en este caso por ejemplo, de la justicia.

Para ello la mejor medicina es una medicina sitémica. Y solo se puede obtener mediante unos estatutos que aporten las vitaminas suficientes al organismo para combatir con ellos y expulsarlos.

Hoy por hoy creo que ningún partido se dota de semejante defensa. Yo no soy médico pero sí español, y por tanto me gusta criticar. En vista de lo cual yo recomendaría una alta dosis ética, que concretada en este caso se podría traducir en elegir como representantes de su partido en las instituciones a los sujetos que ofrezcan más garantías de profesionalidad aplicada al puesto correspondiente y de ética para aplicar la ideología de su partido. Aunque habrá que reforzar ese tratamiento con una asistencia regular a la clínica médica o contratando médicos internos que bien ubicados dentro del órgano principal pueden controlar que los sujetos elegidos cumplan eficazmente su función.

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